viernes, 9 de diciembre de 2011

Cuando un pesar te aqueja.



Oración de aliento para un solitario


Cuando me asalten momentos de angustia,
cuando no haya nadie a mi lado
y no llegue una palabra de aliento o de consuelo;
yo mismo elevaré mi espíritu,
infundiéndome el ánimo necesario
para salir del transitorio pesar que me aqueja.

No desesperaré ni caeré en temores
pues nada más malo de lo que a veces puede dar la vida
podrá ocurrirme.
Aflojaré mis tensiones, esbozaré una sonrisa
y me pasaré suavemente la palma de mis manos
por toda parte destemplada de mi cuerpo.

Y notaré, poco a poco, que me llega un alivio
y que ya puedo concentrar mejor mis pensamientos,
siempre buscando el silencio
…el recogimiento espiritual;
y si me pareciera oportuno encenderé una vela
y observaré fijamente los movimientos de su flama.

Podré también encender una varita de incienso
para reavivar mi olfato e invocar la calma perdida;
rogando a quien desee o pertenezca, según mi creencia.
Todo ello sin aflicción ni angustia, y en total serenidad;
y así llegaré al momento estable deseado
que habitaba en mi ser antes de haber caído en tormento.

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Autor: Jorge Horacio Richino

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