viernes, 28 de septiembre de 2012

Todos somos hipócritas, pero en distinta escala.


Ocurre que a la gente en general le suele ser muy difícil, en algunos momentos de su vida, no ser hipócritas; sin embargo a diferentes grados.
Hay personas que hacen abuso de este grave defecto y se suelen pasar de listas con las gentes a las cuales engañan.
Éstos son casos perdidos y si todo les va bien no habrá problemas, aunque deberían tener en cuenta que en algún momento se les puede caer la careta y las consecuencias no ser para nada agradables.

Jorge Richino.

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